Estas jornadas llevaban del título de "Seguridad Vial y Drogas" y tenían como objetivo dar respuetas a una series de cuestiones sobre la conducción habiendo ingerido drogas, tales como ¿Seremos capaces de concienciar a la población del riesgo que conlleva conducir en esas condiciones?, ¿Estamos preparados y tenemos los medios para prevenir y evitar que conductores bajo la influencia de estas sustancias conduzcan sus vehículos?, ¿Qué resultado ha obtenido la campaña realizada bajo el lema Tolerancia Cero con las Drogas al Volante?.
Todo estas actuaciones hay que enmarcarlas en el ambito del Proyecto Integrado DRUID (Driving Under Influence of Alcohol and Drugs, conducción bajo la influencia del alcohol y otras drogas), que nace ante la preocupación existente en la Unión Europea por el alto número de víctimas de accidentes de tráfico en las que se dectecta como causa principal, el consumo tanto de alcohol como de drogas tóxicas.
Los trabajos para desarrollar el mencionado proyecto se han estado realizando durante los años 2006 a 2011 y han ido dirigidos a obtener información sobre el impacto de las sustancias psicoactivas en la seguridad vial. Desde el conocimiento de esa realidad se pretende que los países de la Unión Europea establezcan una normativa armonizada que fije las condiciones para prevenir los riesgos que, para la seguridad vial, supone este problema y luchar contra la conducción bajo influencia de las mencionadas sustancias.
Hoy, gracias a ese proyecto, conocemos mejor la incidencia de las drogas en los comportamientos de los conductores y sus consecuencias.
Por eso, desde esta Policía Local, recordamos la importancia de no conducir habiendo ingerido alcohol o haber consumido algún tipo droga.
A continuación os dejamos un resumen del acto.
En el acto de inauguración, el Defensor explicó las iniciativas desde la Institución para abordar el problema del consumo de drogas y sus terribles impactos en la seguridad vial. José Chamizo destacó la intención de avanzar en la coordinación de todas las instancias competentes para dar respuestas a estos problemas, ofreciendo un mensaje de apoyo y atención a las víctimas de estos accidentes.
El Delegado de Movilidad del ayuntamiento de Sevilla, Demetrio Cabello, añadió el compromiso de esta corporación en las líneas de trabajo para luchar contra el consumo de drogas haciendo uso de vehículos a motor. También intervino Jesús García Calderón como Fiscal Superior del TSJA, quien agradeció el trabajo de impulso del Defensor en estas materias y llamó la atención en la implicación social de estos delitos en los que se pueden ver afectados cualquier persona que conduce.
La primera ponencia se ofreció por Juan Carlos González Luque, de la Dirección General de Tráfico y presentó el proyecto europeo DRUID de lucha contra el consumo de sustancias psico-activas. Este estudio de la UE destacó la necesidad de trabajar para armonizar la legislación de los países miembros.
A continuación, el teniente coronel, Fernando Mora, ofreció el trabajo de la Guardia Civil en su tarea de controles y protección de las vías ante estos riesgos de conducción bajo estas sustancias. Aportó los datos principales de los controles anti-droga que se acometen en Andalucía y explicó los protocolos de actuación y las funciones de colaboración que realizan con otros cuerpos de seguridad, fiscalía y con el sistema sanitario para la detección y tramitación de estas incidencias.
La última sesión se dedicó a una mesa redonda participada por un elenco de expertos, moderada por Luis Carlos Rodríguez de la Fiscalía de Seguridad Vial, que explicó los datos de sentencias dictadas en Sevilla (2009 a 2011) que evidencia una tendencia ascendente en las condenas judiciales que sólo puede cambiarse con prevención y educación, así como la necesidad de adecuar las penas para corregir conductas reincidentes..
Mario Arnaldo Fernández, de Automovilistas Europeos, explicó la nueva directiva comunitaria de permisos de conducción que prohíbe conceder permisos a los consumidores o adictos a estas sustancias. Defendió la idea de una “tasa cero” para prohibir rotundamente que se conduzca bajo estos efectos nocivos y la incorporación de tecnologías en los vehículos que impidan estas conducciones temerarias.
Eusebio Megías, de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) puso en duda los efectos prácticos de la información que se ofrece a la población sobre estos riesgos. La información es abundante y recibida pero debemos ser críticos con su influencia en los comportamientos. Para avalarlo dio un dato: el 45% de jóvenes en Madrid habían viajado en vehículos llevados por personas que consumieron droga o bebidos en el último año y no dudaban en valorar esos comportamientos como de grave riesgo para su salud. Pero lo seguían haciendo.
Ana Novella, de Stop Accidentes, expuso problemas para mejorar el régimen penal de estas conductas para proteger mejor a las víctimas y posibilitar que estas personas imprudentes se vean impedidos de conducir como principal medida de garantía para toda la sociedad. Ofreció un compromiso de trabajar en la responsabilidad de la sociedad para construir una cultura de seguridad vial. Quiso ofrecer el testimonio directo de las víctimas a través de sus rostros y sus proyectos de vida que quedaron truncados por conductores infractores..
Jacinto Mateos, técnico de educación vial y policía local, destacó que la mejora arma contra este problema es la educación a todos los niveles, empezando por los menores pero sin olvidar a toda la población. Y avanzar en la concienciación de que droga es una, sin distinciones.
